Buena presencia.
Limpieza de superficies, mobiliario y suelos.
Recogida y eliminación de basura y desechos.
Mantenimiento de la higiene en baños y zonas comunes.
Reposición de productos de limpieza y papel higiénico.
Cumplimiento de protocolos de limpieza y desinfección establecidos.
Uso adecuado de productos químicos sin dañar el ambiente ni la salud de las personas.
Respeto a las normativas de seguridad laboral para prevenir accidentes.
Capacidad para trabajar de manera autónoma y en equipo, según sea necesario.